Un
poco de historia ...
Punta del Diablo está ubicado sobre la costa atlántica uruguaya, a poco menos
de 300km de Montevideo, y muy cercano a la frontera con Brasil.
Su nombre proviene de la importante serie de
naufragios que se produjeron en sus cercanías en épocas remotas.
En 1935, la famila de Laureliano Rocha -quien vivía en Vuelta del Palmar- decide trasladarse a la costa para que uno de sus diez hijos, Lirio, que sufría de asma, pudiera verse beneficiado por el aire puro marino.
Construyeron su rancho en la zona de cerros del lugar, convirtiéndose en los primeros pobladores de Punta del Diablo.
Su nacimiento como pueblo de pescadores está íntimamente ligado a la importante presencia de tiburones en las aguas del lugar.
En el año 1942, se incrementa la demanda internacional de vitamina A, especialmente destinada a los combatientes de la Segunda Guerra Mundial, a quienes se les administraba para fortalecer la vista.
El hígado de tiburón es una muy buena fuente de esta vitamina.
Buscando este tipo de presa es que, provenientes de Valizas, van llegando a la zona familias de pescadores que paulatinamente se van estableciendo en el lugar, edificando ranchos, galpones y comenzando a fabricar sus lanchas de pesca artesanal.
La comercialización del tiburón se extiende a Asia y su carne salada -también llamada "bacalao criollo"- tiene bastantes consumidores en el mercado uruguayo.
De los restos de la pesca del tiburón, asi como de otras especies marinas, sumados a los elementos que el mar deja en la costa, se nutre la materia prima que diversos artesanos utilizan, haciendo que éstos también se vayan estableciendo en Punta del Diablo.
Hoy en día varios habitantes del pueblo siguen ganándose la vida pescando en forma artesanal, pero lo que está realmente modificando la situación del pueblo es el nuevo dinamismo que genera su situación como lugar de descanso.
La llegada de turistas de todas partes del mundo hace que pasear por sus calles se convierta en una experiencia multilingüística muy particular.
La playa de los Pescadores, la del Rivero y la misteriosa Viuda se ven desbordadas de visitantes que buscan llevarse un poquito del embrujo de este lugar, sin saber que ya han sido hechizados y que, sin darse cuenta, sus pies volverán -una y otra vez- a pisar las deliciosas arenas de Punta del Diablo.
Viajero, si vienes por primera vez o si ya has estado, nosotros somos una más de tus posibles opciones de estadía en este lugar.
Bienvenido!!
En 1935, la famila de Laureliano Rocha -quien vivía en Vuelta del Palmar- decide trasladarse a la costa para que uno de sus diez hijos, Lirio, que sufría de asma, pudiera verse beneficiado por el aire puro marino.
Construyeron su rancho en la zona de cerros del lugar, convirtiéndose en los primeros pobladores de Punta del Diablo.
Su nacimiento como pueblo de pescadores está íntimamente ligado a la importante presencia de tiburones en las aguas del lugar.
En el año 1942, se incrementa la demanda internacional de vitamina A, especialmente destinada a los combatientes de la Segunda Guerra Mundial, a quienes se les administraba para fortalecer la vista.
El hígado de tiburón es una muy buena fuente de esta vitamina.
Buscando este tipo de presa es que, provenientes de Valizas, van llegando a la zona familias de pescadores que paulatinamente se van estableciendo en el lugar, edificando ranchos, galpones y comenzando a fabricar sus lanchas de pesca artesanal.
La comercialización del tiburón se extiende a Asia y su carne salada -también llamada "bacalao criollo"- tiene bastantes consumidores en el mercado uruguayo.
De los restos de la pesca del tiburón, asi como de otras especies marinas, sumados a los elementos que el mar deja en la costa, se nutre la materia prima que diversos artesanos utilizan, haciendo que éstos también se vayan estableciendo en Punta del Diablo.
Hoy en día varios habitantes del pueblo siguen ganándose la vida pescando en forma artesanal, pero lo que está realmente modificando la situación del pueblo es el nuevo dinamismo que genera su situación como lugar de descanso.
La llegada de turistas de todas partes del mundo hace que pasear por sus calles se convierta en una experiencia multilingüística muy particular.
La playa de los Pescadores, la del Rivero y la misteriosa Viuda se ven desbordadas de visitantes que buscan llevarse un poquito del embrujo de este lugar, sin saber que ya han sido hechizados y que, sin darse cuenta, sus pies volverán -una y otra vez- a pisar las deliciosas arenas de Punta del Diablo.
Viajero, si vienes por primera vez o si ya has estado, nosotros somos una más de tus posibles opciones de estadía en este lugar.
Bienvenido!!